Y como punto final de esta experiencia, llenamos el MACUF con aquellos objetos elegidos para representar nuestro paso por el Museo. Cada persona escogió su lugar favorito y se apropió de él:
Un peluche/llavero colocado en el ficticio muro de Berlín
Un delfín en la piscina de una urbanización inventada.
Una comba convertida en una serpiente juguetona.
Una pequeña nariz de payaso bajo una gran obra pictórica.
Una mesa desmontable con viejos proyectos personales en la entrada.
O un trofeo con un poema para ocupar la biblioteca de palabras.
Y como guinda, la visita de dos personajes llegados con retraso para seguir poblando nuestros espacios inventados:
Un duro karateka
Y un fiero guerrero.
De nuevo gracias a tod@s por vuestra participación, creatividad y entusiasmo!!!!!! Esperamos veros de nuevo pronto!!
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